domingo, 18 de diciembre de 2011

Otra vez dos prostitutos del alma argentinos recurrieron a una prostituta de útero para generar un huérfano con su identidad suprimida y estafada. La verdadera batalla de los niños por su derecho a la identidad, a que no les mientan y a conocer y vivir con su padre y con su madre.

Dos argentinos tendrán un hijo por un vientre alquilado en la India. PAGINA 12


¡Yo quiero saber quien es mi mamá y mi papá y vivir con ellos! ¡No me discriminen ni me mientan!



El tema de la prostitución de úteros, tras el eufemismo de "alquiler de vientres",  ya lo he tratado en este blog en por lo menos tres entradas:

La prostitución de úteros, el nuevo fenómeno de "dignificación" de la mujer que trae el progresismo.

Las putas de útero (la nueva prostitución femenina)

Marisa Brel inicia el calvario de las patermaternizaciones fraudulentas "a pesar de todo"


 y la maternización fraudulenta de Flor de la V, comprando 2 bebés por al menos 100.000 dólares, en muchas oportunidades.

Ahora la historia se repite, según la noticia que encabeza este post y que nos trae la periodista de Pagina 12 enojada con la vida, Mariana Carbajal, hasta ahora especialista en informarnos que no está mal matar a un niño en el vientre de su madre. En esta oportunidad ha ampliado sus horizontes adultocéntricos elogiando que a un niño se le pueda mentir, engañar y estafar negándole el derecho a conocer y vivir con su madre y con su padre reales de carne y hueso y. además,  que pueda ser un objeto comercial. Coherencia no le falta, si se los puede matar en el aborto que otra cosa mala no se le podrá hacer a un niño, quien puede lo más puede lo menos, claro que sí, diría Mariana.

El artículo tiene el sugerente título de “La batalla por la paternidad”, como si fuera concebible un escenario bélico adultocéntrico, cuando en realidad, si alguna “batalla” hubiera que librar es por la identidad de los niños y su derecho a conocer y vivir con su padre y con su madre.

En concreto, el niño de esta historia no tendrá padre ni madre conocidos, el padre sería -no es seguro, porque en estas prácticas se suele utilizar un semen de un tercero "neutral"- uno de los dos homosexuales de espíritu prostituído que han decidido paternizarse fraudulentamente, aunque le negarán al niño decir concretamente quien es el padre, porque, según ellos, "los hijos no son de alguien" (sic). La madre biológica sería una anónima "estudiante canadiense de 27 años", elegida con criterio nazi discriminatorio según preferencias de raza, color de piel, de cabello, anatomía y cociente intelectual, en "books" estilo rubro 59. Y por último, tenemos a la puta de útero que lo alquila para que haga de incubadora. Todo tiene precio, la vendedora del óvulo cobra unos 4.000 dólares, mal llamada donante por supuesto. Y la prostituta de útero percibe unos 6.000 dólares lo cual es una verdadera fortuna para una mujer pobre de la India. Demás está decir que recurren a esta degradación por una cuestión económica, como generalmente sucede con las prostitutas de vagina.

En total, la complicada alquimia biológica para engañar a un niño no deja de ser capricho de ricachones (1), les sale alrededor de 100.000 dólares, igual o parecido que le costó a Flor de la V la compra de sus bebés. ¡¡Y el lobby gay pretende que estas prácticas sean costeadas por el sistema público de salud, obras sociales y prepagas!!

El tema legal es claro: es niño, en el mejor de los casos será un hijo extramatrimonial de uno de los integrantes de la pareja homosexual, con madre desconocida. Que no pueda entrar al país por no tener nacionalidad argentina presumo que es solo un gancho psicológico para presionar a la Dra. Cristina Carrion de Lorenzo, a cargo del amparo interpuesto (obviamente para eludir el fuero competente que es la Justicia Nacional en lo Civil, en sus Juzgados de Familia) por el abogado especialista en familización fraudulenta Andrés Gil Dominguez. El niño simplemente, es para la legislación india, un niño con "madre desconocida" (y para la legislación argentina también). Hasta que no se aclare fehacientemente quien es el padre por lo menos, el niño se encuentra en situación de desamparo que habilita la inmediata iniciación de un expediente de tutela. Y todo el "procedimiento", sin contar los embriones (seres humanos) que son "descartados" en estas manipulaciones,  configura el delito de alteración y supresión de la identidad de  un menor de 10 años (art. 139 inc. 2 del código penal) y una violación del derecho a la identidad de los niños (arts. 7 y 8 de la Convención universal de los derechos del niño, incorporada a nuestra constitución nacional según el art. 75, inc. 22 y art. 12 de la 26061)

(1) Los de esta historia son ricachones pero de medio pelo. Los anónimos A.G y C.D confiesan en la nota que fueron a la India y no a Usa porque era más "barato". "Padres" fraudulentos y huerfanizadores sí, pero que sea lo más económico posible, faltaba más....

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